Procedente de la variedad de uva autóctona de las Rías Baixas de la que toma su nombre, se caracteriza por su color rubí. La fermentación se realiza en barrica abierta y la crianza en barrica de roble francés. Su proceso de elaboración se extiende durante 12 meses para dar lugar a un vino balsámico, elegante y fresco. Su buena acidez y sabor especiado lo convierten en una buena opción para disfrutar por copa o acompañando a pescados a la brasa, en guiso o carnes blancas guisadas.