Debe su nombre a su crianza en vasija de barro, pues como ‘dolium’ se conocía la vasija de barro de mayor tamaño fabricada por los romanos. La utilizaban para transportar alimentos, entre los que se encontraba el vino.
Otra de las peculiaridades de la elaboración de Doliola es la maceración pelicular fermentativa, en contacto con las pieles de la uva. Todo ello lo convierten en un vino con un perfil atrevido. Disfrútalo con guisos de marisco y pescado o verduras a la brasa.